🩺 Diabetes y Presión Alta: Los Grandes Enemigos Silenciosos de tus Riñones
- Mario Martin Maza Abarca
- 6 jun
- 3 Min. de lectura

¿Sabías que la diabetes mellitus y la presión arterial alta no solo afectan al corazón o al cerebro? También pueden dañar silenciosamente tus riñones. Este daño suele ser asintomático al principio, pero cuando los riñones ya no pueden compensar, los síntomas aparecen y, a menudo, es demasiado tarde.
Si tú o alguien cercano vive con alguna de estas condiciones, este artículo es para ti. Te explico cómo afectan a tus riñones, por qué es vital detectarlos a tiempo y qué puedes hacer desde ya para protegerlos.
🔬 ¿Cómo afectan la diabetes y la hipertensión a tus riñones?
🧁 1. La diabetes: azúcar alta que “quema” tus filtros

Cuando los niveles de glucosa en sangre se mantienen altos durante mucho tiempo, los pequeños vasos sanguíneos de los riñones, especialmente los glomérulos que actúan como filtros, se dañan progresivamente. Este daño impide que los riñones filtren correctamente, lo que lleva a la acumulación de desechos en la sangre. Esta condición se conoce como nefropatía diabética.
¿Qué ocurre exactamente?
La hiperglucemia crónica produce estrés oxidativo e inflamación en el riñón.
Esto afecta a las células especializadas del glomérulo, como los podocitos, esenciales para mantener la barrera de filtración.
Se pierde proteína por la orina (albuminuria), uno de los primeros signos de daño renal.
📌 Estudios respaldan esto: La nefropatía diabética representa el 30–40% de los casos de enfermedad renal crónica en todo el mundo.
¿A quién afecta más?
A quienes llevan años con diabetes mellitus (DM) tipo 1 o 2 sin un buen control.
A aquellos que además tienen presión alta, colesterol elevado o sobrepeso.
A quienes no se realizan controles periódicos de orina y función renal.
🔥 2. La hipertensión: presión alta que “revienta” tus filtros

Los riñones necesitan una presión estable para filtrar la sangre. En la hipertensión arterial (HTA), esta presión se mantiene alta, dañando los vasos que irrigan los riñones. Esto reduce el flujo sanguíneo, altera la estructura del glomérulo y disminuye la capacidad de filtración.
¿Qué ocurre exactamente?
La hipertensión arterial estrecha y endurece los vasos sanguíneos del riñón reduciendo el flujo sanguíneo renal.
Con el tiempo se genera esclerosis (cicatriz) en los glomérulos, disminuyendo la filtración de desechos y, llevando a insuficiencia renal crónica.
📌 Estudios lo confirman: La hipertensión es la segunda causa más común de enfermedad renal crónica, y también una de las principales causas de ingreso a diálisis.
💥 ¿Por qué es un círculo vicioso?
La presión alta crónica daña los riñones, los cuales, al disminuir su función, retienen agua y sodio, empeorando la hipertensión arterial. Es un círculo vicioso destructivo que requiere una actuación urgente.
👉 Por eso, si tienes diabetes o hipertensión, el mejor momento para actuar es ahora, cuando aún no hay daño evidente. Es fundamental realizarse análisis y consultar al médico, aunque “te sientas bien”.

🛡️ ¿Qué puedes hacer para proteger tus riñones si tienes estas condiciones?
✅ 1. Controla la glucosa y la presión arterial
Glucosa ideal: < 100 mg/dL en ayunas.
Presión arterial ideal: < 130/80 mmHg.
Consejo: Usa un glucómetro y/o tensiómetro en casa y registra tus mediciones como te lo indica tu médico.
🥦 2. Cuida tu alimentación
Reduce el consumo de azúcar, sal y alimentos procesados.
Aumenta la ingesta de verduras, legumbres y alimentos frescos.
Si ya tienes daño renal, considera consultar a un nutricionista renal.
🚶♂️ 3. Mantente activo diariamente
Caminar, nadar, bailar... lo que prefieras, pero hazlo con regularidad. La actividad física mejora la presión arterial y los niveles de glucosa.
💊 4. Sigue tu tratamiento médico
No suspendas la medicación sin consultar al médico. Existen fármacos, como los inhibidores de SGLT2, que protegen los riñones en personas con diabetes (consulta con tu médico si los puedes tomar).
💧 5. Hidrátate adecuadamente
Ya lo vimos en otro artículo: suficiente agua, pero sin obsesionarte. La hidratación adecuada ayuda a mantener la función renal.

🙌 Conclusión
La buena noticia es que, si actúas a tiempo, puedes mantener tus riñones sanos durante muchos años e incluso frenar el daño renal ocasionado por estos enemigos silenciosos.
La clave está en una alimentación adecuada, hábitos saludables y un seguimiento médico constante.
Tu cuerpo es sabio, pero necesita tu ayuda.
Cuídalo, piensa en tus riñones.
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